EUROPA
PRESS
17 junio
2019
Estrógenos
y menopausia: ¿qué beneficios y riesgos existen?
Como ya sabrás, existe una relación
directa entre estrógenos y menopausia. Una vez que la mujer entra en esta etapa
de su vida, comienzan a producirse en su cuerpo una serie de cambios. Uno de
ellos, que tiene repercusión en muchos de los demás, es la menor producción de
determinadas hormonas: el estrógeno y la progesterona.
El estrógeno es generado de manera natural por el organismo
en las mujeres que aún no han llegado a la menopausia. Cuando sus niveles
disminuyen, se producen determinadas alteraciones fisiológicas. Algunas de las
más comunes son los sofocos, sudores, fatiga nocturna, cefaleas, afecciones
psicológicas como el nerviosismo, la ansiedad o la depresión, sequedad de la
mucosa vaginal... Incluso a largo plazo se pueden dar pérdidas de calcio en los
huesos, provocando osteoporosis, o incluso enfermedades cardiovasculares,
debido a los cambios en el metabolismo lipídico.
Terapia hormonal
para la menopausia
Muchas mujeres, en busca de los beneficios de los estrógenos
naturales para la menopausia, recurren a la llamada terapia hormonal -o terapia
de reemplazo hormonal- para luchar contra estos síntomas.
Se trata de tratamientos a base de estrógeno solo o estrógeno
junto con progestina, una hormona sintética que viene
a producir efectos en el organismo similares a los que genera la progesterona.
Esta terapia, prescrita por un profesional sanitario, se aplicará a cada mujer
en función de sus necesidades y características.
El objetivo de estos suplementos hormonales es que las
mujeres recuperen los niveles mínimos de estas sustancias que su organismo ya
no produce de manera natural. De esta forma se pretende aliviar los síntomas
más molestos que se manifiestan con la menopausia, así como dar una respuesta
eficaz a los cambios biológicos que se producen a largo plazo, como la
disminución de la masa ósea.
Existen dos tipos de terapias hormonales, aplicados en
función de los síntomas que se pretenda aliviar:
1.
Terapia hormonal sistémica: se utiliza de forma general
para tratar los síntomas más molestos, como sofocos y sudoraciones, y prevenir
los cambios duraderos que se producen en el organismo.
2.
Tratamientos locales: se prescriben especialmente
para combatir las afecciones genitourinarias como la sequedad vaginal. En este
caso, las hormonas se suministran en dosis bajas.
Estrógenos
naturales para la menopausia: ¿de dónde provienen?
Las hormonas que se aplican en este tipo de tratamientos
pueden tener diversos orígenes: o bien provienen de plantas y animales o bien
son fabricadas en laboratorios. Su estructura química no es exactamente igual a
las hormonas producidas naturalmente por el cuerpo de la mujer, pero es muy
similar.
Beneficios
Como ya hemos visto, la falta de estrógenos durante esta
etapa puede tener consecuencias muy molestas para la vida cotidiana de las
mujeres, pero también riesgos de relevancia como la debilidad ósea o el riesgo
de complicaciones cardiovasculares.
Estos son los beneficios más representativos que se han
detectado en las mujeres que han recibido un suplemento:
-
Ayuda a mitigar los sofocos y las sudoraciones nocturnas
-
Previene las dolencias asociadas a los órganos genitales, como la
sequedad vaginal o las molestias al mantener relaciones sexuales.
-
Mejora la salud de los huesos y previene la osteoporosis, la cual
hace que se pierda masa ósea, dejando el esqueleto más débil y propenso a
fracturas.
Riesgos de los
tratamientos hormonales durante la menopausia
Adoptar este tipo de tratamientos también conlleva una serie
de riesgos que debemos tener en cuenta:
-
Salud cardiovascular: se ha detectado que estas terapias producen
un mayor riesgo de accidentes cardiovasculares, tales como derrames cerebrales,
coágulos de sangre o ataques cardíacos.
-
Cáncer de mama: tiene incidencia en el riesgo de sufrir este tipo
de cáncer.
-
Cáncer de endometrio: las mujeres que no han sido sometidas a
histerectomías (es decir, mujeres que tienen útero) pueden ver aumentado el
riesgo de sufrir cáncer de endometrio.
La edad importa
Diversos estudios han demostrado que la edad es un factor
muy importante a tener en cuenta. Las mujeres que han iniciado sus tratamientos
hormonales tras más de 10 años desde el inicio de su menopausia, o que lo
inician pasados los 60 años, tienen un mayor riesgo de padecer las dolencias
mencionadas.
Sin embargo, las mujeres que comienzan con su tratamiento
antes de los 60 años, o en un plazo máximo de 10 años tras entrar en la
menopausia, se benefician de más ventajas que riesgos gracias a la terapia
hormonal
Conclusión:
estrógenos en la menopausia, ¿sí o no?
Por tanto, después de todo esto que te hemos contado,
¿merece la pena el tratamiento de suplementos de estrógeno en la menopausia? La
respuesta es que depende de tu situación. La menopausia afecta de maneras muy
diversas a unas mujeres y a otras, a su calidad de vida y a sus organismos.
En cualquier caso, se debe suministrar la dosis más baja
posible de hormonas durante el periodo de tiempo más corto posible. Nuestro
consejo es que mantengas una conversación constante y fluida con tu médico
durante los años de la menopausia, y cada cierto tiempo, de 3 a 6 meses,
verifica con él si aún lo necesitas.